¿Qué es el Ictus?

El ictus son un conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos que suministran la sangre al cerebro.

Este grupo de patologías, conocidas popularmente como embolias, también se denominan accidentes cerebrovasculares (ACV) y se manifiestan súbitamente. El ictus es el equivalente a un infarto de corazón, pero en el cerebro.



Existen dos tipos principales de ictus. Son los ictus hemorrágicos o hemorragias cerebrales, que se producen cuando un vaso sanguíneo (vena o arteria) se rompe, y los ictus isquémicos o infartos cerebrales, que ocurren cuando una arteria se obstruye por la presencia de un coágulo de sangre. A menudo, este trombo se origina en el corazón y se desplaza hasta el cerebro, donde interrumpe el flujo sanguíneo.

Es más frecuente el ictus isquémico frente a la hemorragia cerebral (hasta el 85% de los casos) pero el pronóstico es más grave en el caso del ictus hemorrágico.

Existen numerosas clasificaciones para distinguir los tipos de ictus isquémico.
A continuación se resumen las principales causas:

1.  Puede estar causado por un coágulo formado a distancia que normalmente proviene del corazón como en el caso de pacientes con fibrilación auricular, la arritmia cardiaca más frecuente responsable de más del 30% de los ictus isquémicos. Coloquialmente se le llama embolia cerebral, ya que es el émbolo o coágulo el responsable del mismo.

2.  Otra causa frecuente es la formación de un trombo sobre la pared del vaso por la formación de placas de ateroma (acumulación de colesterol sobre la capa interna de la pared arterial).

3.  Los ictus lacunares son pequeños infartos (menores de 1,5 cm) frecuentes en personas hipertensas y con otros factores de riesgo vascular.

4.  Mucho menos frecuente es el ictus de causa rara que se pueden producir en personas con enfermedades sistémicas u otras enfermedades vasculares como malformaciones de los vasos etc.

La hemorragia cerebral, es menos frecuente pero más grave en los primeros días. Clínicamente la aparición de cefalea, alteración del nivel de consciencia, rigidez de nuca y/o vómitos nos pueden hacer sospechar la existencia de la misma.
Otros síntomas son indistinguibles del ictus isquémico. La causa más frecuente es la hipertensión arterial.

En los ancianos otra causa es el depósito de material anómalo en la pared arterial que la debilita y favorece su rotura. Hemorragias por otras causas pueden aparecer a cualquier edad, como la presencia de malformaciones vasculares, tumores etc. Por otra parte no podemos olvidarnos que ciertos fármacos pueden aumentar el riesgo de sangrado, entre ellos los anticoagulantes, fármacos de elección en el tratamiento de algunos tipos de ictus isquémicos.



Cuando se sufre un ictus, el daño cerebral adquirido puede ser irreparable y dejar secuelas graves, que repercutan de forma notable en la calidad de vida de los afectados.

Después de un ictus, sólo una parte de los pacientes se recupera totalmente o quedan con secuelas, por ello la intervención inmediata tras sufrir el ictus es primordial para la posible recuperación.

Para esta recuperación JOCA dispone de una unidad específica formada por diferentes profesionales, con formación específica en la rehabilitación de Ictus.
Mediante una rehabilitación temprana y exhaustiva, mejora la recuperación de esta patología.

El primer paso es iniciar el tratamiento en el tiempo adecuado, una vez que el paciente está médicamente estabilizado, cuando la tensión arterial y la glucosa están controlados y no hay riesgo de crisis epilépticas.

Para que el tratamiento sea completo deberá estar guiado por un equipo multidisciplinar. Para ello el C.G. JOCA dispone de médico, psicólogo, logopeda, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales que atienden los aspectos motores, los relacionados con el habla, los trastornos visuales, las actividades de la vida diaria y las secuelas incapacitantes, como la espasticidad. Se trata de un tratamiento individualizado, realizado por profesionales con experiencia en neurorrehabilitación.

El proceso rehabilitador comienza desde el momento de la aparición de la lesión. Pensar en daño cerebral es pensar en rehabilitación. La rehabilitación integra el conjunto de estrategias de intervención que tienen como objetivo reducir las alteraciones físicas, cognitivas, conductuales y funcionales que la persona tiene tras la lesión para minimizar el impacto en su vida cotidiana.

trastornos ictus-page-019
Ubicación de las funciones principales del cerebro por hemisferios.